OPINIÓNPOLÍTICA

«El Gobierno deberá desarticular una crísis política, social y económica compleja»

El especialista y analista político Gustavo Mendoza nos plantea una cronología de como llegó Jujuy al contexto de turbulencias actual.

Hace algunos meses que nuestro país viene acumulando problemáticas que parecieran darnos un panorama símil al 2001, en relación al hartazgo de la gente con el sistema democrático.

Todos los estudios daban como pronóstico un terremoto social y político, pero no se esperaba que el epicentro se ubicara en Jujuy. La crísis se terminó canalizando y mezclando con la nueva agenda de problemas de los jujeños.

Cuando parecía que la paz social estaba instalada y tras casi un mes de protestas en la provincia, se vivió un estallido cargado de violencia y desmánes. La figura de Milagro Sala apareció en escena nuevamente y generó estragos en medio de la protesta salarial de algunos gremios.

Pero el Gobierno provincial no supo atender las demandas de un sector de los ciudadanos, manifestó Gustavo Mendoza, quien dijo que la protesta social que se ve, se manifiesta con problemas diversos y provoca una crísis política que debe tener una respuesta también política.

Jujuy está frente a un escenario complejo, la paz social no puede garantizarse por decreto, deben haber además condiciones de gobernabilidad y condiciones políticas y económicas.

Desde el punto de vista de Mendoza, se viene profundizando el proceso de desafección política, a lo que Jujuy no es ajena. Muchos ciudadanos consideran que el sistema democrático está fallando y no resuelve sus problemas. En este sentido, la sociedad argentina se está «derechizando», muy similar a la década del ’30 encontrando en espacios de Derecha, las soluciones esperadas.

Por otra parte, hay un porcentaje elevado de aquellos que no van a votar. A treves de un consenso social, muchos buscan ganar por medio de manifestaciones de la voluntad popular en las calles.

Es complejo, expresó Mendoza, hacer una lectura de lo que podría pasar. Se mira con sospecha al sistema democrático, necesitando de canales desde la política y canales de diálogo que parecieran haberse agotados.

Compartí esta nota