SALUD

Ayuno intermitente: técnicas, beneficios y riesgos

La práctica tiene cada vez más adeptos, pero los especialistas aseguran que no debe implementarse sin un seguimiento profesional.

De manera natural, durante una cierta cantidad de horas del día, todas las personas someten a su cuerpo al ayuno. Por lo general, se trata del período de tiempo que transcurre entre la cena y el desayuno del día siguiente, comida en la que -como su nombre lo indica- “rompe” con el ayuno.

Milagro Ramón, Máster en Nutrición y Dietética y Directora de la empresa Delight Alimentación, sostuvo que para tomar dimensión de la importancia del ayuno intermitente debemos tener en cuenta las tres etapas que conforman el biorritmo del cuerpo humano: “en primer lugar se encuentra la fase de eliminación, en la cual el cuerpo centra su energía en la expulsión de residuos tóxicos durante las 06 a 14 hs; luego, de 14 a 22hs se produce la fase de apropiación, en la que el cuerpo está preparado para aceptar el alimento; por último, de 22 a 06hs tiene lugar la fase de asimilación, en la que el cuerpo extrae, absorbe y utiliza las sustancias nutritivas”.

“El problema es que cuando comemos muy tarde y desayunamos temprano esas fases quedan truncas. Con el ayuno intermitente restringimos el consumo de comida a un tiempo determinado tomando como referencia nuestro biorritmo para favorecer procesos orgánicos y metabólicos de detoxificación y reparación celular”, indicó Ramón.

En este sentido, la especialista en nutrición expuso las formas de llevar adelante el ayuno intermitente: “una modalidad posible es la de 12 horas, es decir, cenar a las 20:00 y desayunar a las 08:00 del otro día de modo que gran parte de ese ayuno se realice mientras se duerme”.

“También hay gente que ayuna hasta 16 horas. Esta última técnica es controversial ya que cuando ayunamos más de 16 horas nos estaríamos salteando comidas principales necesarias para nuestro correcto funcionamiento, por lo que no se recomienda empezar aplicando esta técnica”, aseguró.

Respecto a los beneficios del ayuno intermitente, Ramón mencionó: “reduce la inflamación crónica, mejora el control glucémico, mejora la sensibilidad de la insulina, recupera la flexibilidad metabólica en personas que transitan la menopausia”.

Por otro lado, la nutricionista afirmó que quienes no realicen el ayuno intermitente guiados por un profesional se exponen a: “dolor de cabeza, halitosis, diarrea, constipación o alteraciones en el sueño”.

Por último, Ramón aclaró que “no se trata de una dieta, es una práctica que consiste en ordenar las horas en las que se va a comer y cuales en las que habrá un reposo digestivo”, concluyó.

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