La Receta de Francisco Lamas para Reordenar la Economía Jujeña
El licenciado en Economía Francisco Lamas analizó en los estudios de Zeta TV el impacto de la alta presión fiscal y la burocracia en el sector privado, proponiendo una reforma estructural a largo plazo para Jujuy que evite un ajuste abrupto y fomente la formalidad.
Lamas señaló que la informalidad es producto de una alta presión fiscal, pero también de factores culturales y una burocracia sofocante. El economista citó la experiencia de una habilitación comercial que demandó meses de trámites y que, en costos de tiempo y esfuerzo, superó el valor de las tasas pagadas.
«La solución es tan complicada y costosa,» declaró Lamas, explicando que formalizar en un 100% mercado informal como la feria de Perico implicaría un alto costo político e impactaría directamente en el precio final de los productos, perjudicando al consumidor que depende de esos precios bajos.
Ante la «aterradora» relación entre empleados públicos y privados registrados en Jujuy, Lamas propuso una reforma estructural progresiva en lugar de un ajuste masivo.
La estrategia consiste en congelar el gasto público ajustado solo por inflación. Como la economía provincial tiende a crecer por encima de ese índice, el Estado se volvería gradualmente más pequeño en términos de Producto Bruto Geográfico (PBG). Los ahorros generados deberían reconvertirse de gasto corriente (sueldos, insumos) a gasto de capital (obra pública), una inversión con correlación positiva en el crecimiento económico.
Consultado sobre la alineación geopolítica (EE. UU. vs. China), Lamas sostuvo que Argentina debe «comerciar con todos» y evitar casarse bilateralmente. Subrayó que el país debe potenciar su Secretaría de Inteligencia y sus estructuras de seguridad nacional para negociar con potencias sin comprometer su autonomía.
«Argentina culturalmente es occidental,» afirmó, pero su lejanía geográfica (la ‘Teoría de la Gravedad’) actúa como un límite natural: «Nunca vamos a tener un gran flujo de comercio así gigante». Lamas concluyó que, más allá de los recursos naturales, la relevancia geoestratégica del país es baja.