ECONOMÍA

La Economía del Bolsillo: Por Qué la Gente No Siente el «Milagro» Macroeconómico de Milei

En un contexto de resultados electorales que reafirman el rumbo del Gobierno Nacional, el economista Francisco Nicolás Lamas, investigador y docente, explicó en Zeta TV por qué la macroeconomía argentina parece estar completamente desconectada de la realidad del bolsillo del ciudadano común.

economista Francisco Nicolás Lamas, investigador y docente

Lamas señaló que la «desconexión» es profunda. Mientras los libros de texto celebran el superávit fiscal, la caída de la inflación y la mejora en el balance del Banco Central, la actividad económica se mantiene estancada. El problema, según el experto, radica en el concepto del PBI (Producto Bruto Interno): «El PBI… mide el gasto agregado, pero hay que restarle los impuestos netos de subsidios y la depreciación de activos para llegar al ingreso disponible de las familias».

La clave del malestar es que el ajuste fiscal se basó en una reducción drástica de subsidios (transporte, energía) e impuestos, lo que afectó directamente el poder adquisitivo. Se puede dar la paradoja de que la economía del país crezca, pero las familias sientan que tienen cada vez menos.

Para salir de esta sensación de «haber tocado fondo y no salir», Lamas enfatiza que el superávit fiscal no es negociable. La solución a largo plazo debe ser estructural: reformas en educación, inversión e infraestructura para generar una convergencia con las provincias más ricas. A corto plazo, el Gobierno tiene una única herramienta potente: la reducción masiva de impuestos para inyectar liquidez y confianza, una decisión que, en un contexto de superávit, es puramente política.

 De la Tarjeta al Trueque: Consejos Financieros y el Riesgo de la Deuda

En la segunda parte de la entrevista, Francisco Nicolás Lamas ofreció consejos prácticos para la economía familiar y empresarial, enfatizando la necesidad de evitar el endeudamiento ante la alta tasa de interés.

Lamas fue categórico: «Lo mejor que puede hacer una persona para [sobrevivir] es no tener deuda». Desaconsejó el uso de tarjetas de crédito para compras a largo plazo, ya que las tasas de interés (mencionando un «costo financiero total de 555%» en un ejemplo de heladera) son «destructivas». Sugirió reemplazar deudas de tarjeta con créditos personales, que suelen ser más baratos.

Para las familias en apuros, la recomendación es descapitalizarse antes que endeudarse: vender activos no esenciales (muebles, un auto viejo) para pagar deudas. Además, promovió la vuelta a la «economía doméstica» y las labores manuales, citando al Premio Nobel Gary Becker: si tu sueldo por hora es menor a tu productividad en casa (cocinar, cultivar), es más rentable dedicar tiempo al hogar.

En el ámbito empresarial, Lamas destacó que el reciente resultado electoral, al reducir la incertidumbre, es positivo para la inversión. No obstante, insistió en que el mercado financiero no es para hacerse rico: «Nadie que se meta al mundo financiero espere a hacerse rico… La rentabilidad potencial más alta está en la economía real». La clave para la inversión doméstica es la previsibilidad a largo plazo y la reducción de impuestos, algo que debe ser sorpresivo para ser efectivo y generar rápidamente un boom de actividad económica.

Compartí esta nota