Alzheimer: la estimulación cognitiva demora el deterioro y mejora la calidad de vida
Mediante ejercicios simples guiados por familiares o cuidadores, los pacientes con esta demencia pueden evitar la desconexión del entorno, aumentar la autoestima y la autonomía personal; así como evitar el estrés.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa crónica y progresiva que afecta principalmente a las funciones cognitivas, como la memoria, el pensamiento y la capacidad para llevar a cabo tareas diarias. Es la forma más común de demencia en el mundo y suele manifestarse en personas mayores, aunque también puede afectar a personas más jóvenes en casos menos comunes.
El Alzheimer es altamente prevalente en todo el mundo. En 2020, se estimaba que había aproximadamente 50 millones de personas que vivían con demencia, y se espera que esta cifra aumente en las próximas décadas debido al envejecimiento de la población.
Dado que aún no hay una forma de curar o prevenir completamente esta enfermedad, se vuelve cada vez más importante adoptar hábitos que permitan ralentizar su avance y brindar una mejor calidad de vida a las personas que la atraviesan, muchas de ellas en sus hogares.
Mediante la estimulación cognitiva cualquier persona puede mejorar sus capacidades cognitivas como el lenguaje, la memoria o la atención; y la misma puede beneficiar a personas mayores en el proceso de envejecimiento normal aunque no tengan ningún tipo de demencia ni pérdida de memoria, ya sean personas con deterioro cognitivo leve y/o en situaciones de demencia leve. También puede enlentecer el deterioro cognitivo de aquellos mayores con Alzheimer o Parkinson.
Dr. Simón Fernández Nievas, médico especialista en clínica médica (MN 103576) y Director Médico de En Casa