Danza como encuentro: la experiencia de Micaela Peñaloza en Jujuy

Micaela Peñaloza, docente en danza y gestora cultural, comparte su recorrido personal y profesional con una mirada sensible y comprometida con el desarrollo de la danza en Jujuy.

“Hace tres años volví a la provincia, luego de estar formándome en la carrera de danza en Tucumán, asistiendo a talleres y festivales. Al regresar, sentí que había mucho por hacer acá”, cuenta. Fue entonces cuando, junto a colegas, comenzaron a tejer redes y a impulsar actividades vinculadas a la danza contemporánea.

Desde entonces, trabajan en la gestión cultural, generando espacios de formación donde conviven profesoras y profesores locales con referentes de otras provincias. “Hacemos talleres en verano e invierno para que más gente se acerque y pueda adaptarse a esta disciplina”, explica.

Su vínculo con la danza comenzó a los 16 años, en un taller donde era la mayor entre niñas de 6 o 7. A pesar de la diferencia de edad, se sintió bienvenida: “Gracias a la profe que me recibió, pude aprender una nueva disciplina. Me gustó tanto lo que recibía que decidí estudiar el profesorado de expresión corporal, y luego continué en Tucumán con la carrera de danza contemporánea”.

Sobre los estilos, diferencia: “La danza clásica es más conocida y antigua, más estilizada. En cambio, la contemporánea es una ruptura: se trabaja con el torso, se baja de la media punta, se conecta más con la tierra”. Para Peñaloza, el desafío es claro: “Nos toca a nosotros adaptarnos, perfeccionarnos y seguir trayendo cosas nuevas. No podemos quedarnos quietos”.