«Si el Estado se retira, la educación se vuelve una palanca para la desigualdad»
César Arrueta, Decano de Humanidades de la UNJu, pasó por Jujuy se mueve a comentar la actualidad de la universidad pública. Desmintió la falta de auditorías, destacó el número de egresados este año y explicó por qué las Ciencias Sociales son importantes en el mundo actual.

En un cierre de año marcado por la incertidumbre económica, principalmente en la educación pública, el Decano de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales César Arrueta reflexionó sobre la situación universitaria. Más allá de lo presupuestario, Arrueta identificó un cambio de paradigma con el actual gobierno nacional: «El tema central es cuál es el rol asignado a la educación… se discute hasta dónde el Estado tiene que involucrarse con el financiamiento«.
El decano advirtió que retomar la idea del siglo pasado de que la educación es responsabilidad de las familias y no del Estado, funcionaría como una «palanca para la desigualdad«, ya que solo podrían estudiar quienes tengan los recursos para hacerlo, rompiendo con la tradición argentina de acceso irrestricto.
Consultado sobre la transparencia, Arrueta explicó la economía universitaria: las universidades tienen un doble sistema de control (auditoría interna y la Auditoría General de la Nación). Afirmó incluso que la UNJu fue la última universidad auditada, desmintiendo que no rindan cuentas.
Respecto a la crítica sobre la cantidad de egresados y los “eternos estudiantes”, Arrueta informó que este año la facultad tuvo un fuerte número de más de 425 egresados. Sin embargo, criticó la ecuación simplista de «ingreso vs. egreso», poniendo como ejemplo a estudiantes de Ingeniería en Minas que son contratados por empresas antes de terminar la tesis. «En los papeles es un pibe que interrumpió sus estudios… pero es muy valioso para esa empresa«.
Arrueta además defendió la vigencia de las Ciencias Sociales en un mundo cada vez más digitalizado. Argumentó que, por ejemplo, para diseñar la narrativa de un videojuego, se necesitan las Humanidades, ya que se necesitan profesionales capaces de entender la complejidad humana que subyace a los avances técnicos. «Para contar una historia no te alcanza con programar», sostuvo, afirmando que en el medio están las personas, por lo que siempre harán falta especialistas que puedan interpretar las relaciones humanas y sociales más allá de los códigos y la programación.
Finalmente, el decano abordó las dificultades que enfrentan hoy los alumnos, desde los costos de transporte hasta problemas emocionales. Por ello, la facultad creó un espacio de escucha con psicólogos para contener situaciones de angustia y estrés.
A pesar del contexto, Arrueta cerró con un mensaje esperanzador para quienes piensan estudiar en 2026: «Siempre es una buena decisión ir a la universidad… no es tan solo un proyecto áulico, es un proyecto de vida«. Además, afirmó que las condiciones estarán dadas para el normal funcionamiento de la Facultad.
