«Puedo tensionar con los poderes establecidos»
Atrevida, libre y sin miedo, Rosario Agostini busca un lugar en el Congreso de la Nación.

Con una carrera sólida dentro del periodismo político y tomandolo como un paso natural, Rosario Agostini entendió que este era el momento para ser candidata a diputada nacional.
Ya como periodista se mostró como una voz representativa de un sector de la sociedad, que exige un cambio cultural. Desde hace muchos años viene demostrando que su libertad y valentía le ha permitido tensionar con el poder, marcandole la cancha.
Agostini cree que hay que aprender a decirle que no al poderoso para que entienda que no es poderoso, que solo está circunstancialmente administrando bienes de a quienes gobierna.
Claro que se siente segura de entrar a la palestra, para entrar a la política se tiene que tener carácter. La candidata sabe con que se va a encontrar, sabe que se deberá enfrentar con el poder y lo tendrá que hacer sin el aparato del Estado o económico que otros tienen.
Como periodista, siempre ejerció un periodismo confesional, nunca negó su militancia radical. Pero eso la llevó a ser sumamente crítica de los propios, no dejar pasar las irregularidades. Si algo no es correcto, por más que lo haga uno del mismo palo está mal y hay que marcarlo, aunque sea difícil y doloroso.
Volviendo a la propuesta del cambio cultural, Rosario manifestó que debemos volver a educarnos en que el Estado nos proporciona derechos pero tambien nos exige obligaciones, algo que los ciudadanos en la actualidad no tienen en cuenta. Se ve al Estado como lo único a lo que se puede aspirar, no es malo pero es triste, dijo Agostini.
Otra pata a enderezar es el contenido y nuestro sistema educativo, que solo está generando personas incapaces de comprender un texto o resolver un problema matemático. Hay que jerarquizar a los docentes, exigirles más en su formación y exigirles más a los estudiantes.
Este desbalance en la educación conspira contra el cambio cultural propuesto. Sin estos cambios se termina teniendo como resultado personas que no saben interpretar lo que dice una constitución o una ley.
El camino es largo y cuesta arriba, pero Rosario Agostini confía en que los monstruos de la política no podrán contra ella y su voz que ya los ha incomodado en más de una ocasión