Preocupación por el estado del campo de juego de La Bombonera
A solo ocho días del primer partido de la Copa de la Liga Profesional ante Sarmiento, en condición de local, la cancha de Boca no se encuentra en estado óptimo.

Boca hará su debut en la Copa de la Liga el 1° de febrero enfrentándose a Sarmiento de Junín en la segunda fecha de la Zona B del torneo. No obstante, la principal preocupación radica en el estado del campo de juego de la cancha, que no se encuentra en óptimas condiciones, generando incertidumbre sobre su estado para el inicio del torneo. A pesar de ello, la dirigencia decidió no cambiar la sede del partido.A ocho días del enfrentamiento con el Verde, se difundieron fotos a través del diario Olé y el medio partidario Planeta Boca Juniors, revelando que el césped del estadio emblemático presenta áreas considerablemente desgastadas, con zonas totalmente sin pasto y en su lugar, bancos de arena.
Este problema surgió debido a que durante casi 15 días en diciembre, el campo de juego estuvo cubierto por tres carpas instaladas para las elecciones, inicialmente programadas para el 3 de diciembre, pero suspendidas por denuncias de irregularidades de la oposición. Las elecciones finalmente se llevaron a cabo el 17 de diciembre.
Tras la conclusión de los comicios, se iniciaron los trabajos de resiembra, ya que muchas partes del campo estaban quemadas por el sol. Desde entonces, se está trabajando intensamente para acondicionar el césped y garantizar que esté en las mejores condiciones posibles para el enfrentamiento contra Sarmiento, donde el entrenador Diego Martínez hará su debut ante los aficionados de Boca.
Aunque la recuperación completa del campo de juego puede ser un desafío en el tiempo restante, la decisión de no cambiar la localía se debe a la complicación que implicaría reorganizar a los abonados. El objetivo primordial es que el campo recupere su mejor estado lo antes posible, similar al rendimiento mostrado durante todo el 2023 y en años anteriores, especialmente desde la realización de las obras de drenaje que han mantenido a la Bombonera libre de problemas, incluso en condiciones de lluvia intensa.