Kunza Arte Pop Andino: la cerámica como puente cultural
Yanina Castro, emprendedora y creadora de Kunza Arte Pop Andino, pasó por Jujuy se Mueve y habló sobre cómo la cerámica se convierte en un espacio de identidad, encuentro y valor cultural. Con talleres y piezas utilitarias y decorativas, busca acercar la tradición andina a turistas y jujeños.

Yanina Castro, ceramista y fundadora de Kunza Arte Pop Andino, contó en Jujuy se Mueve el origen de su proyecto: un emprendimiento que nació en Buenos Aires, pero que encontró en Jujuy el terreno fértil para crecer y conectarse con la identidad andina. “Kunza es una lengua ancestral, anterior al quechua y al aymara, que significa ‘nuestro’. Para nosotros era importante recuperar ese valor cultural y hacerlo visible en cada pieza”, explicó.
El emprendimiento se dedica a crear objetos utilitarios y decorativos con un fuerte anclaje en la tradición local: llamitas, cactus, ahumadores y contenedores que recuperan materiales del norte y se relacionan con ceremonias como la Pachamama. Además, cada pieza lleva nombres en lengua Kunza, lo que despierta curiosidad en quienes las adquieren y abre la puerta a un diálogo cultural.
Yanina destacó que la producción es artesanal en su mayor parte: desde la preparación de la arcilla, el diseño y la moldería, hasta la cocción en hornos eléctricos. “Cada pieza requiere tiempos que hay que respetar, no se puede apurar. La misma arcilla te va marcando el ritmo”, señaló.
En los últimos años, y luego de trabajar por un tiempo desde su taller privado, la ceramista también abrió un local comercial en San Salvador, donde además de vender piezas e insumos, dicta clases de cerámica para todas las edades. “Empecé con grupitos pequeños y descubrí que me gustaba mucho dar clases. Es un oficio solitario y necesitaba salir del taller. Hoy disfruto tanto de enseñar como de producir”, afirmó.
Con humor, recordó que muchos llegan al taller con la imagen romántica de la película Ghost, pero enseguida entienden la dificultad y la paciencia que exige el oficio. Sin embargo, resalta que más allá de la técnica, la cerámica genera un espacio de encuentro: “Vienen parejas, abuelos con nietos, turistas… es compartir un momento y crear algo propio con las manos”.
Kunza funciona en Alvear 1280, donde también proponen experiencias que combinan gastronomía y arte, como desayunos y meriendas con cerámica. Además, a través de redes sociales (@kunzaartepopandino) ofrecen información sobre talleres, insumos y actividades.
Con cada pieza, Yanina Castro reafirma que el barro no solo forma objetos, sino también vínculos y memorias, recuperando lenguas y tradiciones que siguen vivas en el presente.