Jujuy será sede del Campamento Jubileo Juvenil 2025
El colegio Antonio María Gianelli, en conjunto con el colegio del Huerto, serán los anfitriones del Campamento Jubileo Juvenil 2025, un evento de gran envergadura que congregará a 130 jóvenes de colegios católicos de la misma congregación provenientes de Paraguay, Brasil y distintas provincias del norte argentino. La profesora Patricia Mamani, directora del Gianelli, compartió los detalles de esta iniciativa que promete ser un espacio de encuentro, fraternidad y crecimiento.

«Elegimos Jujuy por su riqueza cultural, sus tradiciones y sus paisajes, además de la especial conexión que tiene la provincia con la fiesta de los estudiantes en septiembre», explicó la directora. El campamento se llevará a cabo del 8 al 12 de septiembre, ofreciendo una experiencia integral que combina actividades recreativas, deportivas y artísticas con un profundo sentido de reflexión y solidaridad, en el marco del Año del Jubileo.
El evento, que se reconfiguró de los antiguos «interhuerto» para enfocarse en la fraternidad en lugar de la competencia, incluyendo un paseo en el Tren Solar hasta Purmamarca y una jornada deportiva en el Regimiento 20. Además, los jóvenes participarán en un proyecto solidario visitando hogares de ancianos y pintando murales en espacios públicos, con el objetivo de generar un compromiso con la realidad social de la provincia. «Queremos que los chicos salgan al encuentro del otro y se sientan motivados a proyectar acciones en sus propias comunidades», destacó Mamani.
Mamani también abordó la gestión de la escuela y los desafíos actuales de la educación. Se refirió a la importancia de un trabajo conjunto entre la familia y la escuela para abordar problemáticas como el acoso escolar. «Cuando se dan estas situaciones, intervenimos llamando a la familia para hacer un acuerdo, ya que, si bien ocurre fuera del colegio, el problema incide directamente en la convivencia dentro de la institución».
El campamento, que se realiza cada tres años, busca fomentar valores como la empatía y la solidaridad. Es una oportunidad única para que los jóvenes vivan una experiencia transformadora que los conecte con su fe, su comunidad y su entorno, reafirmando el papel fundamental de los colegios religiosos en la formación integral de las nuevas generaciones.