«El 60% del sector frutihortícola está en negro»
El ingeniero y productor agrícola Guillermo Berardi, advirtió que, si bien la macroeconomía se estabiliza al frenar la emisión, la microeconomía del productor está colapsada por el aumento de costos y la caída de la demanda.

Guillermo Berardi, productor y referente del sector agropecuario, realizó un duro diagnóstico de la situación del sector productivo provincial. El ingeniero advirtió que mientras la macroeconomía muestra signos de estabilización al frenar la emisión, la microeconomía está colapsada: «tenés un techo de precio, pero el piso de costo te viene subiendo«. Berardi apuntó a la caída de la demanda interna, la alta informalidad, la asfixiante presión impositiva y la falta de infraestructura nacional como los principales escollos para el crecimiento.
«El sector de los servicios, el combustible, la energía, eso sigue subiendo, pero por ahí los sueldos no están subiendo tanto y eso hace que también los precios de venta de nuestros productos o la demanda caiga«, explicó. Puso como ejemplo al sector azucarero, donde el precio que recibe el productor «está casi a la mitad que hace dos años«. Berardi aclaró que el problema no es el consumo doméstico, sino la caída del consumo industrial: «El panadero que antes hacía 20 docenas de facturas, ahora hace 10 porque no la vende«.
El ingeniero criticó la enorme brecha que existe entre lo que recibe el productor en el campo y lo que paga el consumidor en la góndola, un problema que atribuyó a la intermediación y a la cantidad de impuestos que se acumulan en cada eslabón de la cadena.
Esta presión fiscal, según Berardi, es la principal causa de la alta informalidad en el sector. Denunció que, en la actividad frutihortícola, «más del 60% está en negro«. Explicó que la alta carga patronal, que es de «casi el 48% más de lo que cobra el empleado en la mano«, desincentiva la contratación formal. Criticó que los organismos de control «se han acostumbrado a cazar en el zoológico«, persiguiendo siempre a los mismos contribuyentes en lugar de ampliar la base, y propuso que una baja de impuestos haría más conveniente la formalización.
En materia de infraestructura, Berardi diferenció la gestión provincial de la nacional. Reconoció que el Estado provincial «hizo unas cuantas rutas que venían muy deterioradas» en los últimos dos años. Sin embargo, fue muy crítico con el gobierno nacional por la parálisis de obras clave como la Ruta 34, donde se estarían «pagando multa por no ejecutarlos» sobre créditos del Banco Mundial.
Sobre el corredor bioceánico, Berardi advirtió que si el proyecto solo sirve para que camiones de Brasil y Paraguay «pasen por acá y nos destrocen la ruta» para sacar soja a puertos chilenos, «no nos sirve«. Propuso una «mirada al revés«: utilizar esa infraestructura para que los productores de Jujuy accedan a mercados más cercanos como Asunción o Mato Grosso.
No obstante, para aprovechar esa oportunidad, señaló que se debe mejorar la competitividad, ya que los productores locales pagan precios exorbitantes por insumos clave. «Un productor tabacalero de Brasil paga una tonelada de abono 630 dólares puesta en su finca y yo la estoy pagando 1300 dólares«, ejemplificó.

