Día de la prevención del suicido
Roxana Zabala y Cristian Guanca, licenciados en psicología e integrantes de la Dirección General de Salud Integral de S. S. de Jujuy, abordaron esta problemática que en Argentina afecta principalmente a jóvenes de 15 a 29 años.

Para la Lic. Zabala, “constantemente todas las personas atravesamos vulnerabilidades psicológicas a causa de problemas económicos, culturales, sociales o emocionales. Éstas nos ponen frente a frente con la idea subjetiva que nos hayamos formado de la vida y la muerte”, indicó.
“Lo mas común es que estas situaciones no se hablen ni siquiera con las personas más cercanas.
Sin embargo, lo que no se habla se actúa. Así, podemos observar algunas señales de una persona con pensamientos suicidas: aislamiento, irritación, que esa persona duerma mucho, que no coma o coma demasiado, que comience a regalar cosas que para él o ella son valiosas, que se empiece a despedir o a mencionar frases como ‘la vida no tiene sentido’”, sostuvo Zabala.
Por otro lado, para el Lic. Guanca, el “pensar en la muerte como una ‘solución’” es más común en los varones, ya que estos “tienen una mayor tendencia a callar lo que sienten y a sentirse obligados a sostener un cierto estatus”. “Esta exigencia cultural hace que, ante una crisis económica o familiar, vean al suicidio como una ‘salida’ al problema”.
Sin embargo, ambos profesionales concluyeron en que “estas vulnerabilidades no son propias de los adultos o de los varones. Los signos de alerta aparecen desde los más chicos hasta los más grandes. Lo importante aquí es recuperar la cohesión comunitaria y familiar, además de naturalizar la salud mental”