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BOLIVIA CELEBRA EL REENCUENTRO CON EL «AJAYU» DE SUS DIFUNTOS JUNTO A LAS TANTA WAWAS

Cada año, las familias bolivianas se preparan con gran expectativa para el tan ansiado reencuentro con el «ajayu,» que en el idioma aimara significa alma, de sus seres queridos difuntos. Preparan elaborados altares en sus hogares o en los cementerios, adornados con panes dulces en variadas formas, bebidas y platos que solían disfrutar sus seres queridos en vida.

La tradición de Todos Santos y el Día de los Difuntos sigue floreciendo en Bolivia, y se ha extendido a países como Argentina, donde reside una gran comunidad boliviana. Es una herencia de sus ancestros y abuelos que celebran estas fechas tanto en sus hogares como en los cementerios. Se cree que las almas visitan a sus familias para saborear las comidas que amaban en vida y para reunirse con sus seres queridos. El cónsul de Bolivia en Jujuy afirmó: «Esto es un protocolo que se lleva a cabo desde el mediodía del 1 de noviembre.»

La Festividad de Todos Santos está a punto de llegar, y los hornos se preparan para recibir a cientos de familias que elaborarán las tradicionales Tanta Wawas (panes con forma de bebé). Estos panes dulces son una parte esencial de la celebración en honor a los difuntos.
Es interesante destacar que el término*»Tanta Wawa» proviene del idioma Aymara, donde «Tanta» significa pan y «Wawa» bebé. Este pan dulce, arraigado en la cultura andina, se lleva a los cementerios junto con otras ofrendas, como hojas de coca, frutas, cigarros, refrescos, bebidas alcohólicas y platos favoritos del difunto.
El 1 de noviembre, las familias arreglan sus altares, que incluyen fotografías de los difuntos, velas y tallos de cebolla, creyendo que calman la sed de los muertos. Al mediodía, realizan una oración para dar la bienvenida a las almas.

Entre las ofrendas más significativas se encuentran las «t’antawawas,» que pueden variar en forma y significado. Estos panes dulces representan un camino espiritual: las escaleras simbolizan el camino de las almas para bajar y subir al cielo, mientras que los panes con rostros o figuras de animales pueden representar al difunto o ayudar al alma a ascender.

En los mercados, se encuentran Tanta Wawas de diversas formas, como sol, luna, escalera, serpiente, paloma y llama, cada una con un simbolismo único. La festividad es una oportunidad para compartir el sol, la luna y la llama con las almas de los difuntos y permitirles cargar lo que más disfrutaban.

Las Tanta Wawas pueden tomar formas personalizadas, dependiendo de la familia que las hornee. Para algunos, la creación de estos panes es un arte que sigue un protocolo meticuloso, y los panaderos pueden dedicar horas a elaborar pedidos especiales que representen al difunto. Estos panes adquieren un significado profundo y son esenciales en las ofrendas de Todos Santos.
La festividad de Todos Santos celebra la llegada de las almas de los difuntos, quienes, según la creencia, regresan a disfrutar de las ofrendas que sus familias les otorgan. Instituciones públicas y privadas también participan, recordando a sus trabajadores fallecidos o a personalidades destacadas del país o del mundo. El consulado de Bolivia en Jujuy celebrará por tercer año consecutivo esta festividad en su sede consular, ubicada en la calle Ramírez de Velazco Nº 110, San Salvador de Jujuy.

La despedida, conocida como «Cacharpaya,» ocurre el 2 de noviembre a mediodía, que es festivo en el país. Las familias regresan a los altares para agradecer la visita de sus seres queridos difuntos y despedirlos, esperando su regreso al próximo año. La oración de las personas desconocidas que vienen a orar por las almas que se han ido se considera un alimento espiritual para los difuntos que han cruzado al más allá.

Posteriormente, se comparten las masitas y comida del altar con todos los presentes, reflejando la filosofía de vivir bien, con solidaridad, complementariedad y reciprocidad con la madre tierra.

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